sábado, 14 de noviembre de 2009

Reseña de Abril, golpe adentro


Los sucesos de abril del 2002 constituyen para el pueblo venezolano - y en particular para los caraqueños - acciones de profundo significado, no sólo por las consecuencias inmediatas que tuvieron, sino por el sentido emblemático inmerso en las luchas populares de todos los pueblos y de todos los tiempos.

El hombre sencillo, el ciudadano promedio venezolano, heredero de una historia de invasiones, coloniaje y neocoloniaje, aún conserva las voces de los abuelos hablándole de dictaduras o de gobiernos injustos disfrazados de democracia. Y a pesar de la nueva cultura impuesta por los medios de información y las nuevas tecnologías, la memoria colectiva aún transita sus venas y le permite comprender, desconcertarse, indignarse y rebelarse, cuando es necesario.

Por eso, cuando alguien nacido desde la humildad del pueblo, desde las raíces combativas de hombres y mujeres que soñaron y apostaron por la construcción de mejores sociedades, se decide a nombrar a abril, se decide a relatárnoslo con apoyo en fuentes documentales, siguiendo las huellas y los rastros que sus protagonistas dejaron consciente o inconscientemente en aquellos escenarios tumultuosos en donde cada día era una certera emboscada para el día siguiente; no tenemos más que saludar al valiente emprendedor de la hazaña…

Sí. Ernesto Villegas Poljak nos regaló un libro para que juntos pudiésemos volver a reescribir la historia. La experiencia es única y conmovedora. Todos, de una u otra forma vivimos abril del 2002 con una intensidad sólo comparable con el nacimiento o con la muerte. Abril fue un hito indeleble en la historia del pueblo venezolano en este nuevo siglo.

A través de un documento inédito, la entrevista hecha por la Fiscalía Cuarta del Ministerio Público de Defensa Ambiental, al ciudadano Rafael Arreaza, primo de Pedro Carmona Estanga y potencial Ministro de Salud del efímero gobierno de facto, Ernesto reconstruye las motivaciones fundamentales que hicieron posible los dolorosos hechos ocurridos en tan emblemática fecha. Dibuja con su pluma reporteril algunos escenarios aún oscuros de esos días, alumbra con su verbo objetivo y respetuoso ciertos recodos lóbregos que aún despiertan desconcierto e incertidumbre entre los venezolanos Pero sobre todo, el discurso oportuno de Ernesto atisba el fuego inextinguible de la memoria popular.

Leer Abril, golpe adentro es para el venezolano de estos tiempos, un ejercicio fácil – aunque doloroso – de memoria. Visto desde cualquier ángulo, para todos aquellos que lo vivimos, abril del 2002 guarda un indeleble olor a sangre y sabor a lágrimas. Pero para las nuevas generaciones, este libro se constituye en un ineludible documento histórico.

Su estructura fresca y desenfadada se organiza en once capítulos, un epílogo y algunos anexos, a través de los cuales nuevas generaciones de venezolanos y venezolanas podrán sacar sus propias conclusiones en torno a aquellos sucesos.

Nosotros, lectores de este tiempo y protagonistas excepcionales de estos cambios, particularmente, nos secamos las lágrimas para rendir tributo a la actitud combativa de un pueblo, que junto a un grupo de militares honestos, restituyeron en un breve lapso de tiempo, los poderes constitucionales mancillados por una oligarquía mediática y mezquina. Gracias a ese colectivo de héroes anónimos que inundó las calles de Caracas, podemos seguir escribiendo nuestra propia historia, esa que el buen periodista que es Ernesto, atrapa hoy en las páginas de su libro para decirnos que avanzamos, a pesar de los escollos y tropiezos del camino, porque tenemos en nuestra sangre el impulso rebelde y justo de nuestros dignos ancestros indígenas y de nuestros justos y sabios libertadores.

Gracias, Ernesto, por tu bautizo con sabor a pueblo en las puertas de la Sala José Félix Rivas, promovido por ti para quienes no tuvimos el placer de poder presenciar el evento en los cómodos asientos del Teatro Teresa Carreño. Un bautizo digno de un periodista nacido del vientre del pueblo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Un acto en desagravio para Alí


Alerta Chiche, Gloria Martín…, jóvenes cantores revolucionarios…
UN ACTO DE DESAGRAVIO PARA ALÍ


Espectadora consecuente del pensamiento y a las acciones de un cantor de las dimensiones humanas de Alí Primera, sé que un acto como el Concierto para el pueblo hubiese significado una de las mayores ofensas que se le pudiera infligir a su memoria. Como también considero que nunca quiso que se le hicieran estatuas. Era uno de nosotros, uno más que se alzó con una voz extraordinaria y cantó lo que todos llevábamos oculto en el alma. Y mientras algunos no sabíamos cómo expresarlo, él, como buen poeta y juglar del pueblo, lo hizo con voz fuerte, altiva, gallarda…


La estrechez de una estatua no debería atrapar la imagen siempre sonora de un cantor que como el poeta boliviano Benjo Cruz, legó al pueblo su canción, consciente de que “los hombres hoy somos, mañana no”. Y por supuesto, la estatua – como decía otra voz del pensamiento del cantor - te condena a la hipocresía institucional de todas las épocas. Esa hipocresía que el sábado 31 de octubre lo tomó como excusa para despilfarrar el presupuesto público costeando un evento en el cual se promovieron los más tristes antivalores de la cultura capitalista.


Lamento además que el Presidente Chávez haya cedido su espacio programático de este domingo para que se “retransmitiera” el evento, y pudiésemos apreciar con mayor dolor e indignación la estúpida animación de los jóvenes líderes mediáticos del chavismo al preguntar: ¿Dónde están las mujeeeeeres? ¿Dónde están mis hoooombres? Al mejor estilo de los show de Venevisión y RCTV, que tanto hemos criticado. O proferir vanalidades y lugares comunes como “Alí Primera llevó siempre el nombre de Venezuela muy en alto”…


Definitivamente, pareciera que el Presidente siempre va a apostar por colocar dentro de los cargos clave de gerencia ministerial, el estamento social de una clase media despojada de verdadera y auténtica formación revolucionaria. Un estamento de la clase media que piensa que los pobres debemos sentirnos incluidos todos porque ahora podemos asistir a eventos “culturales” en los cuales se presentan “artistas internacionales” sin pagar nada, cuando en los “otros gobiernos” había que pagar entrada. Un estamento de la clase media que reúne a los obreros del Ministerio de Ambiente y les dice: “Antes los adecos y los copeyanos los llamaban a una celebración de fin de año y tomaban sólo ellos whisky 18 años. Ahora este gobierno dice: ¡Wihsky 18 años para todos! La flamante Jacqueline Farías debe saber que me refiero a ella.


La camarada Baleryns López se preguntaba en su reciente escrito a Aporrea :


Cuánto no luchamos todos los que trabajamos en la cultura en contra del regueton y sus derivados, cuánto no luchamos para que los niños, niñas y adolescentes piensen en otra cosa que no sea el sexo, la violencia, el silicón y las drogas que nos vende la caja ideologizadora, cuántos no luchamos por mantener nuestra cultura en pie como para que vengan algunos farsantes dizque revolucionarios a promover este tipo de bajezas, que además paguen unas cantidades exorbitantes de dinero por ello mientras a los cultores venezolanos los tienen a pan y agua con una charla barata del “trabajo solidario”, de que no hay presupuesto, del “que cual es nuestro aporte solidario” no joda y nuestros viejos cultores siguen pariendo para comprar las medicinas y para tener asistencia medica oportuna y de calidad, cuántos de nuestros viejos se siguen muriendo en la miseria y en el abandono?



Tengo una lista de ejemplos para ilustrar todo cuanto dice la camarada, comenzando con el caso de mi propia hermana, una artesana que viene realizando labores de organización social desde hace más de tres décadas, y ahora es “utilizada” politiqueramente por funcionarios de escritorio que nada saben de los sacrificios y penurias del pueblo.


¡Y pensar que no hace sino unos pocos meses aprobamos una ley de educación que establece en su artículo 10 prohibición de divulgación de mensajes “que inciten al odio, la violencia, la inseguridad, la intolerancia, la deformación del lenguaje; que atenten contra los valores, la paz, la moral, la ética, las buenas costumbres…”


Me gustaría saber qué opina el Ministro de Educación del Concierto. Ministro Navarro: ¿Se ha detenido a escuchar los mensajes de casi todas las canciones de estos grupos reguetoneros? Reflexione que en ese acto había un número considerable de niños, adolescentes y jóvenes., y que los medios de comunicación oficiales se dieron a la tarea de divulgarlo… ¿Cómo condenaremos después lo mismo que nosotros promovemos?


Pero… Es obvio. ¡Si aún ni siquiera contamos con un Ministerio de Educación que coordine una revisión seria de los libros de texto que emplean nuestros niños, niñas y adolescentes y prohíba el empleo de los venenosos libros de la editorial Santillana!


No sé si Calle 13, las garotas o Molotov constituyan formas irreverentes contra el status quo de sus pueblos – creo más bien que son expresiones de los sistemas económicos que oprimen a estas naciones - pero de lo que sí estoy segura es que un Estado que se dice camina hacia el socialismo y aspira refundar una nación desfigurada por la peste capitalista, no puede darse el lujo de promover estos desaciertos.


Finalmente me dirijo a estos cantores que acompañaron y conocieron a Alí - y a quienes él les encomendó que no dejaran morir su canto – así como a todos aquellos cantores que sin conocerle, se nutrieron de él y son hoy portavoces de los pueblos; les pido, les ruego, se pronuncien. No guarden silencio ante estas deformaciones del proceso. Si lo hacen, serán cómplices de toda esta debacle ética que corroe un sistema enmarcado aún por el consumismo destructor. Organicen un acto en desagravio al cantor. Sería un gesto libre y soberano de dignidad.


Y a todos los humildes cultores que a lo largo y ancho siguen trabajando por promover la verdadera identidad de nuestros pueblos mestizos, así como los valores éticos de una sociedad que aspira realmente el socialismo, también les pido que no desfallezcan. Alcen sus voces y pidan rectificación a los líderes.


(Mi mayor respeto por los artistas venezolanos que se presentaron en el evento)