miércoles, 1 de noviembre de 2023

EL MONSTRUO ARREPENTIDO

 

 


Había una vez un monstruo,

monstruosamente glotón,

que se comía las colitas

de la gata y del ratón.

Y aunque era monstruo bueno

no conocía razón.

 

Miau, miau, maullaba la gata,

Hiaaa, hiaaa, chillaba el ratón,

huyendo despavoridos

de aquel gigante tragón,

que degustaba sus colas

con guisante y champiñón.

 

“Epa, epa…” le dijo la señora,

Mamacita del monstruón:

“Usted se sienta tranquilo,

a comerse el minestrón,

con lentejas y papitas,

zanahorias y buen jamón”.

 

“Deje a esos bichos sus colas

Y aprenda ya la lección:

Los monstruos si no son buenos

Van directico a prisión”.

 

Y el monstruo alzó su pata,

Con susto en el corazón:

“Mamacita, yo soy bueno

Y los libero a los dos”

Y desde ese día, Martina,

se hizo amigo del ratón,

acarició a la minina,

con dulzura y con amor,

porque quería ser libre

y nunca causar dolor.

 

Y así termina la historia

del monstruito comilón,

que come los vegetales

que saben mucho mejor.

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